Lo acontecido ayer con la muerte del militante del P.O., asesinado en un enfrentamiento con la Unión Ferroviaria, sumado a una mujer herida grave en la cabeza y otro hombre, herido con dos tiros, uno en la pierna y otro en la nalga, muestra una cara de la sociedad a la que deberíamos prestar atención.
Por un lado, el P.O. sale a militar en favor de los empleados tercerizados que piden incorporarse en igualdad de condiciones con los pares de la unión.
Tanto unos como otros saben a qué atenerse en esta puja de intereses porque no quieren acceder y utilizar los caminos naturales del Ministerio de Trabajo que, seguramente les va a llevar más tiempo, pero el acuerdo se hará en paz.
La izquierda que se encuentra alineada en contra del gobierno nacional se suma para hacer ruido y agitar banderas. No mide las consecuencias de sus actos.
Por otro lado la Unión Ferroviaria, aceitada vaya a saber con qué aceite, pero sabemos que el aceite no viene de la Casa Rosada, aprovecha esta circunstancia para plantar un muerto.
Digamos que acá nadie es inocente y aunque parezca políticamente incorrecto manifestar queel duhaldismo nos tiene muy acostumbrados a estos movimientos, lo haremos igual porque no nos interesa la falsa corrección política que es funcional a lo que queremos erradicar.
Cierto conservadurismo sindical acicateado por el poder poítico de un peronismo federal inexistente cometen estos hechos desde la instigación monetaria y lo hacen como resultado de su impotencia, su ambición y la apoyatura del poder económico centralizado que viene detrás de él.
El punto es poner sobre el tapete la legitimidad del sindicalilsmo, casualmente ahora que se está discutiendo repartir ganancias.
No podemos ni debemos ser inocentes. Independientemente del muchacho asesinado que es una pérdida importante, como toda vida es irremplazable, el norte de esta embestida política no se puede dejar de observar.
Los muchachos de la barrabrava de Racing estaban entre los agresores y no creo que trabajen de otra cosa que no sea barrabravas.
Es por lo menos sugestivo para analizar y reflexionar.
sabemos que algún CEO ha dicho que hará la guerra y ver la imagen de la oposición con su oportunismo político da asco. Ver un Alfonsín, por el que tenía cierta simpatía da asco, ver en fin la comparsa a pleno, da asco.
Las nuevas tecnologías con imagen al instante permiten tranparentar a nuestros legisladores que muestran un lenguaje gestual que muchas veces indigna.
De mirar y comparar yo me posiciono justo en las antípodas.
