
Tengo la sensación de vivir en un país de ciegos y sordos donde cuestionarse es algo impensado.
La verdad está en todos lados.
Es hora de crecer.
Demuestren a los jóvenes que los valores que pregonamos son algo más que declamaciones vacías de contenido.
Decía alguien que no hay guerra si una de las partes no está dispuesta a pelear, de qué hablamos entonces...
Si dejamos de mirarnos el ombligo es muy posible que nos encontremos con el país real.
Y ese país real no está en ninguno de los bandos en que se ha dividido esta "negociación" de intereses.
"Mejor que decir es hacer"
Trabajen los unos, gobiernen los otros.