Una ceguera total, una falta de reflexión grande, un divismo tardío o simplemente la necedad de siempre.
Reconocer en boca de la propia Patricia Bullrich que la Coalición Cívica tiene como proyecto fundacional el antikichnerismo habla por sí mismo de las condiciones en que se realizan las alianzas en la Argentina.
Lejos quedaron los proyectos y las ideas que unían desde la convicción.
Hoy esa convicción, otrora maravillosa, ha sido reemplazada por el odio radicalizado.
Somos un país decadente porque nuestros representantes son decadentes.
Afuera hay un "primer mundo" que habla de globalización.
Un mundo que ha derrochado los recursos naturales en nombre del progreso indefinido.
Que ha idolatrado al dinero como un fin en sí mismo.
Que ha sacrificado con indiferencia a millones de personas.
Que ha desarrollado la guerra como negocio vil.
Que habla de la libertad de pocos a costa de la esclavitud de muchos.
Ese mundo que probamos apenas en los años '90. Modelo ya caduco que lleva al exterminio.
Oposición: Estamos esperando de ustedes una alternativa, no un nuevo suicidio. Ya probamos con De la Rúa y así nos fue. Empiecen a trabajar desde la construcción. Aprovechen porque no siempre van a tener la posibilidad inconmensurable de contar con todos o casi todos los medios de comunicación a su favor.
Pero si siguen haciendo lo de Patricia, la publicidad se les va a ir en contra.
Y va a ser así porque la gente que odia a los Kichner ya está definida, ustedes tienen que trabajar para que parte del 31% que votó a este gobierno en junio cambie su manera de votar.
Usen el mate que hasta ahora sólo han hecho todo lo contrario.