Si bien todos los ciudadanos tenemos derecho a dirigirnos a la Justicia ante hechos que avasallan nuestros derechos, no es menos cierto que quienes deberían levantar esa bandera serían los dueños de los medios de comunicación.
Asistimos, lamentablemente, a un circo político liderado por la oposición, que se ha colocado a la cabeza de la defensa de estos medios, quienes están tan lejos de necesitar algún tipo de ayuda como de la manifestación de la libertad de prensa.
Los hombres y mujeres del Congreso tienen la obligación de representar a sus bases. Pareciera que están necesitando un libro que les enseñe nuevamente cuáles son estas obligaciones de representación.
Escuchar al senador Romero, hablar con la impunidad, cuando los salteños saben qué tipo de administración desarrolló en las épocas de la pizza y el champán.
Verdaderamente tienen cara para todo. La senadora Escudero acusando al gobierno por crear una ley que establecerá un monopolio estatal es más que sorprendente. En todo caso si es tan generosa con la visión momopólica privada debería ser coherente con el monopolio estatal, ya que evidentemente no le molesta la concentración de los medios "salvo" que venga del Estado.
Es una vergüenza la falta de argumentación expuesta y la "payasada" del radicalismo superó todas las expectativas.
Además es una irrespetuosidad haber extendido la sesión sabiendo que iba a ser aprobada. Esta puesta en escena nos muestra una vez más, que hace mucho tiempo que los hombres de la política no están a la altura del lugar que ocupan.