En el día de ayer tuvimos la oportunidad de asistir a la patética imagen de los hombres de campo que se sintieron disconformes con los comentarios preliminares de la derogación de la "125".
Se sintieron preocupados porque el gobierno no admitió que perdió.
Pareciera que estos señores no se sienten aludidos en su responsabilidad ciudadana con la paralización de un país por efectos de la falta de acuerdo sectorial.
Decir que el gobierno perdió es algo exagerado e inexacto. Podríamos decir que en el juego democrático el campo demostró que tenía mayor apoyo, que no es lo mismo. Detrás de este conflicto está el hartazgo de la gente y ese cansancio también jugó a favor de la convocatoria del agro.
No nos olvidemos de la conformación de la gente convocada, allí estaba la clase media en su inmensa mayoría y todos sabemos el rol político que cumplió toda la vida esta clase.
La gente que salió en defensa del agro como la CGT disidente, nada tiene que ver con ellos. Los presentes en avenida del Libertador, desplegando banderas que jamás defendieron, no quieren ni certa a Barrionuevo, pero les vino bien "usarse", ambos con un fin premeditado.
Es bueno percatarse que si siguen disconformes están corriendo el gran riesgo de cansar a la ciudadanía y ésta rápidamente va a darles la espalda porque no los han unido los ideales ni las convicciones sino el oportunismo. Dejen de tensar la soga porque a ustedes señores del agro también se les va a cortar.
Lo ideal sería que de estas profundas diferencias sociales de la Argentina todos salgamos fortalecidos en el aprendizaje democrático.