Ernesto Tenembaum no se hace cargo del rol que desempeña ante los ojos de una sociedad a la que pretenden ilustrar.
Un viejo dicho que dice:
"No aclare que oscurece"
A Ernesto Tenembaum el traje le queda chico o grande, no sabemos, pero "no le queda bien".
Lo peor de entrar en el camino de bajada es creer que uno está en en el de subida.
Partiendo de esta distorsión básica este periodismo se empeña en convencernos que son buenos y que el malo de la película es el gobierno.
El pueblo argentino se ha comido muchos sapos mientras este núcleo compacto de falsos intelectuales no sirvieron para otra cosa que para acompañar, claudicar, esconder y justificar todo lo que la historia terminó denostando y siguen como si nada hubiera pasado...
Necesitan decodificar.
Todavía hoy hay quienes sienten que entienden lo que pasa y siguen con la misma rosca, con las mismas mañas, con idéntica impunidad.
Sucede que se alimentan de una tilinguería porteña y siguen sin entender la patria. No están en condiciones de decodificar los hechos, "se les escapó la tortuga".
Y van a seguir sin entender. Y van a seguir insistiendo sin suerte.
Muchachos dejen sus cómodas oficinas donde reciben desde sus mullidos sillones las novedades por internet. Salgan a caminar el país profundo y observen, quizá logren aclarar algo de la ceguera que mantiene sus pensamientos en estado de calcificación permanente y dejen de ser un partido de oposición tan patético como la oposición misma.
Saben: ¡¡¡¡Dan vergënza ajena!!!!